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Si trabajar (también) fuera innovar

Decía Peter Drucker que “la innovación es la capacidad más importante que deben tener las empresas”.

Vivimos en un país que regula sin cesar y pone controles horarios para “garantizar” que los trabajadores “cumplen su horario”.

Con este discurso del control, es más difícil que las personas se sienten comprometidas con su trabajo.

Este marco mental es incompatible con el que es idóneo para desplegar la innovación como cultura empresarial.

La obsesión por la productividad en el trabajo nos aleja de la creatividad.

El contexto actual es de incertidumbre

Personalmente, no hay nada que me guste más que crear.

Así que cuando las tareas que hago están relacionadas con crear no me parece que estoy trabajando, sino haciendo innovación. ¡Y me encanta! 😊

Las personas que estamos al frente de un negocio ¡necesitamos innovar sí o sí!

La innovación de “no queda otro remedio” no tiene nada de glamur. Pero en la incertidumbre actual, los que sabemos que nadie va a venir a rescatarnos, no podemos esperarnos a innovar.

Innovar es buscar soluciones a los problemas que nuestros clientes tienen y a aquellos que todavía no han sabido expresarnos.

La creatividad de las personas es la materia prima de la innovación.

Necesitamos en nuestros equipos personas que sientan la necesidad de mejorar en el trabajo, de hacerlo cada vez mejor.

Porque las empresas no podemos innovar sin personas dispuestas a aprender.

¿Cómo lo hacemos para llevar la creatividad de las personas al trabajo?

Los expertos han descubierto la mejor forma de estimular el aprendizaje es lo que llaman el aprendizaje creativo. Dicen que aprendemos más:

  • Cuando estamos trabajando activamente en proyectos, cuando generamos nuevas ideas, diseñamos prototipos, hacemos mejoras y creamos un producto final.
  • Cuando colaboramos en proyectos con otras personas de forma constructiva, compartiendo ideas. Cuando lo hacemos, además de aumentar el propio aprendizaje, mejoramos nuestras habilidades comunicativas porque exige explicar a otras personas de forma empática lo que ya sabemos.
  • Cuando nos enfocamos en cosas que nos importan, porque estamos dispuestos a trabajar más tiempo y más duro, porque queremos persistir más en los retos y aprender más durante el proceso.

 

Aprender es mucho más que apuntarse a un curso de formación.

Aprender supone estar preparado para equivocarse y fallar.

El deseo de aprender es lo que siempre ha impulsado el progreso.

Los que estamos al frente de nuestro propio negocio podemos cambiar la forma en la que organizamos el trabajo. Tan sólo depende de nosotros.

Nosotros dedicamos una parte importante de nuestra agenda a innovar.

Cuando dejas espacio en el día a día para construir el futuro, ¡el trabajo es mucho más estimulante!

El circulo virtuoso de crear valor, nunca termina.

¿Trabajas por proyectos? ¿Colaboras con otras personas y organizaciones? ¿Persigues retos que te importen?

¡Me encantará saber tu opinión!