¡Llevamos medio año de transformación digital!
Tenemos mucha ambición de crecimiento para el futuro.
La visión de contribuir es tan potente para nosotros, que hemos cambiado el ritmo.
No tenemos prisa.
Lo único irrenunciable es nuestra visión de contribuir a ayudar a más personas que dirigen empresas a transformar sus negocios. Nuestro compromiso es aprender a hacerlo cada semana un poco mejor.
Lo importante de la transformación de un negocio no es el volumen de actividad.
La facturación es la cifra que buscamos que crezca como indicador de que progresamos.
La pandemia nos ha hecho descubrir que muchas personas se paralizan cuando la facturación cae. Les cuesta sustituir en su marco mental otros indicadores mucho más útiles que la facturación.
Transformar un negocio exige cambiar este paradigma.
Puedes facturar más y tener peores resultados.
Puedes facturar más y tener al equipo más quemado.
Puedes facturar más y estar cobrando cada vez más tarde.
Puedes facturar más… y dejar escapar la oportunidad de adaptarte al paradigma digital.
El paradigma digital empieza por entender las necesidades de las personas.
Entender por qué te compran es entender el proceso de compra y entender las razones por las que te eligen a ti y no a alguien de tu competencia.
Nosotros tenemos claro que el factor diferencial por el que nuestros clientes nos han elegido es la confianza.
A partir de la confianza que han depositado en nosotros nuestros clientes, hemos podido construir un ecosistema basado en relaciones personales sólidas porque confiamos en nuestros socios y proveedores.
Decidir transformar un negocio exige una visión sistémica de la empresa y un profundo compromiso con el cambio.
La transformación digital no ha cambiado nuestro propósito: ayudamos a personas que dirigen empresas a transformar sus negocios decidiendo en base a datos.
Perseguir un propósito no es suficiente si no se consiguen resultados.
Lo cierto es que nuestros resultados actuales son peores que nuestra expectativa hace seis meses.
El problema no es de los resultados, sino de las expectativas.
Lo que sí es cierto es que el indicador de la salud del ecosistema que hemos creado en base a la confianza que tantas personas han depositado en nosotros está más sano que nunca.
En lugar de pensar en facturar más, nos enfocamos en contribuir mejor. La consecuencia será facturar más. Hemos cambiado el objetivo y hemos adecuado el ritmo.
Pensamos y actuamos lean. Identificamos los obstáculos que nos impiden conseguir nuestra contribución y los vamos eliminando.
Uno de los obstáculos más difíciles ha sido decidir a quien no vamos a poder ayudar.
Ayudar a decidir en base a datos implica que cuando los datos lanzan un mensaje claro, lo comunicamos y la persona que debe actuar no actúa, nosotros no le podemos ayudar.
No podemos comprometer nuestra dedicación y nuestra energía a clientes que no se comprometen con sus propios objetivos.
La transformación digital empieza por elegir que necesidades puedes resolver mejor que la competencia.
¿Y tú? ¿Has decidido ya a qué clientes puedes ayudar mejor?
Si quieres transformar tu negocio, y te gustaría disponer de una visión externa que te ayude a dar un impulso a tus objetivos, he reservado algo de tiempo en los próximos días para poder tener una sesión 1 a 1
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¡Hablamos pronto!