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La clave del cambio está en la agenda

Asociamos las rutinas a burocracia y aburrimiento, aunque la verdad es que son fundamentales para tener resultados. Las rutinas contribuyen a crear buenos hábitos que a su vez son predictores de los éxitos del futuro.

El recurso más escaso hoy es el tiempo. Organizar el tiempo diario es un reto constante.

¿Con qué tareas te comprometes? ¿Qué dejarás de hacer?

La decisión más importante que tomamos en nuestro negocio es la que tomamos cuando configuramos a qué dedicamos nuestro tiempo.

Nuestras rutinas determinaran si vamos hacia el futuro que queremos o no.

Las rutinas son la clave porque el futuro lo define tu agenda hoy.

Estas semanas que llevamos de transformación digital me han hecho descubrir algo revelador sobre mi agenda. Desde hace cinco años, estoy escribiendo y publicando artículos sobre empresa y management semanalmente (desde hace un año quincenalmente). Como mi jornada laboral semanal no daba para más, lo he ido haciendo básicamente los fines de semana.

Nuestro proceso de transformación digital me ha hecho entender que mi agenda debe incorporar escribir como parte de mi “jornada laboral”.  

Aprendo cuando escribo. Conseguimos resultados cuando enseñamos lo que hemos aprendido.

Al escribir, genero conocimiento útil para ayudar mejor a personas que dirigen empresas en la incertidumbre. Así que es una inversión en la solución de problemas de nuestros clientes.

Aprender debería formar parte de la agenda de cualquier empresa en la economía del conocimiento. Porque la ventaja competitiva que más perdura en el tiempo es aprender más rápido que la competencia.

Si tenemos vocación de servicio y el foco en el valor creado para los clientes, deberíamos ir cambiando nuestra agenda a medida que cambia el contexto.

Cuando no tienes tiempo para más, tienes que dejar de hacer cosas. Es un ejercicio de autogestión personal.

Cuando diriges una empresa y no dejas de decir que no tienes tiempo, puede ser por dos cosas: 1) porque estas transformando tu negocio (así que trabajas 25 horas al día porque estás construyendo el fututro) 2) porque no estás haciendo el ejercicio que te propongo.

Quitar lo que sobra es un ejercicio imprescindible para liderar tu futuro y el de tu empresa.

Se trata de hacerte dos preguntas sencillas:

  1. ¿Estás haciendo tareas que aportan poco valor a tus clientes?
    • Admitamos que estamos haciendo tareas de poco valor, porque los procesos operativos no tienden a la efectividad sino al desorden. Recordemos que las tareas ocupan todo el tiempo disponible… tanto si aportan valor como si no.
  2. ¿Tienes clientes que hacen que tus procesos se eternicen porque no tienen claridad y no saben distinguir lo que quieren de lo que necesitan?
    • Decidimos que en el futuro no trabajaremos con personas que hacen que nuestros procesos tiendan a la inefectividad.

Si quitamos de la agenda tareas ineficaces y clientes no ideales, estamos haciendo espacio para más tareas.

¿Cuáles? ¿Qué no hacemos y deberíamos estar haciendo?

Decidimos eliminar tareas que no aportan valor y dedicamos tiempo de la agenda a buscar a aquellos clientes a los que podemos ayudar a que transformen sus negocios.

Debemos llenar nuestras agendas de acciones que nos lleven a elegir clientes Premium con los que la comunicación fluye y la aportación de valor es máxima.

Lección aprendida: en la era de la agilidad, que las finanzas de un negocio en el largo plazo sean sostenibles es la consecuencia de las acciones que ponemos en la agenda, y de las que aprendemos a quitar.

¡Seguimos!