Saltar al contenido

Hasta aquí hemos llegado…

¡Estoy harta!

Cuando lo pienso, la fórmula es fácil de entender.

Las políticas de la Administración se basan en extraer el máximo de la riqueza generada por las personas más proactivas.

El Estado necesita extraer más y más.

Los ingresos nunca son suficientes.

Las necesidades de hacer más gasto público no dejan de aumentar.

¿Dónde pueden hacer más caja con menor resistencia?

¡Con los autónomos y los microempresarios!

La peor parte de ser autónomo no es el riesgo, sino la indefensión ante el sistema.

 

¿Qué podemos hacer?

Ser autónomo implica no tener asegurados los ingresos.

Cuando no puedes defenderte, es mejor pasar al ataque.

La estrategia de ataque como asesor es enfocarte en prestar un buen servicio a tus clientes.

Como progresar y crecer para ti es una necesidad, vas incorporando personas en tu equipo. Tu foco en mejorar el servicio aumenta, porque quieres poder remunerar bien a las personas que trabajan contigo.

Cuando has convertido tu profesión en una empresa, tu obsesión es progresar mejorando el servicio que prestas a tus clientes.

Para que te salgan los números, tienes que aprender a multiplicar el valor de lo que entregas a tus clientes.

Nuestros clientes luchan por sus empresas, nos va a ir mejor si “nos enamoramos” del problema que tienen ellos.

Nos financiamos buscando las mejores soluciones a los problemas de nuestros clientes.

No usamos políticas extractivas,

Los asesores no nos financiamos extrayendo recursos a las personas que son nuestros clientes.

La economía digital nos ofrece muchas más oportunidades de las que a veces vemos.

Estoy harta, pero quejarse no es nada útil, así que nos toca ser creativos e innovadores.

A pesar de las dificultades, el futuro pinta interesante 😉

 

 

Si piensas como yo, y crees que ser libre es irrenunciable y ya te has dado cuenta de que el sistema se va a quedar con el resultado de tu esfuerzo.

Si eres inconformista y crees que la economía digital abre la puerta a construir empresas más humanas.

Si eres asesor porque lo llevas en el ADN y te gusta ayudar a personas que tienen empresas.

Si te encanta tu profesión y disfrutas poniéndote retos para mejorar y seguir progresando.

Si te comprometes con tus objetivos y te niegas a rendirte con el relato catastrofista que nos cuentan.

Si quieres seguir disfrutando y progresando sin renunciar a una compensación económica alineada con lo que aportas.

Si es así, tenemos mucho de qué hablar, y me encantaría hacerlo en los próximos días.

Reserva tu cita <<AQUÍ>>

¡Hablamos pronto!