¿Estás harto de no sentirte recompensado?

Si te dedicas al asesoramiento y estás harto de no sentirte recompensado, esto es para ti

Estás saturado de hacer un trabajo que ha dejado de motivarte hace tiempo.

Sientes como cada vez tienes más obligaciones, más responsabilidad y menos alegrías.

Estás harto de sufrir la creciente agresividad de la Administración, con continuas regulaciones que no hacen sino aumentar aún más la inseguridad jurídica y los riesgos que corres.

Buena parte de tu tiempo y el de tu equipo se va en hacer tareas ingratas, que no puedes trasladar a tus tarifas y que, además, los clientes ni siquiera reconocen.

Estás harto de no sentirte valorado.

No sabes cómo te entiendo.

Yo también caí en la trampa de pensar que hacer largas jornadas es “normal” cuando te dedicas a servicios profesionales, especialmente al asesoramiento de empresas.

La realidad es que cuantas más horas trabajaba, más problemas tenía…

Hasta que empecé a dejar de pensar en hacer más tareas y a pensar en cuales eran los problemas que podía resolver para algunos (pocos) clientes.

En lugar de hacer servicios “commodities” que se perciben iguales, puse el foco en tener una oferta diferenciada que fuera una solución para algunos clientes.

Hoy en AFCA trabajamos por proyectos ayudando a personas que dirigen empresas a tomar decisiones con datos y a construir confianza en su futuro.

El cambio radical empezó cuando dejé de pensar en lo que hacía como servicios de asesoramiento a empresas y empecé a pensar cómo podía ayudar a personas, a personas que dirigen empresas.

Hoy nuestro trabajo está orientado a ayudar a nuestros clientes a conseguir los objetivos que realmente desean. Lo mejor es que los clientes perciben un valor tangible porque ven los resultados que están consiguiendo.

Ahora estoy ayudando a otros asesores y consultores a acelerar este camino.

A conseguir rentabilidades superiores con jornadas de trabajo razonables.

A dejar de sentirte amenazado por la automatización.

A dejar de preocuparte por la presión regulatoria y la inseguridad jurídica.

A disfrutar más con tu trabajo porque incorporas tu lado más valioso y creativo.

Hoy me siento llena de energía trabajando para mis proyectos porque estoy siguiendo mi propósito de ayudar a personas con el conocimiento.

Decido sobre mi agenda y elijo las personas con las que me relaciono.

Es posible que te parezca deseable.

No ha sido una ruta fácil ni rápida. No te voy a mentir.

Ha sido más bien poco a poco, equivocándome mucho, aprendiendo a aprender y a desaprender.

Ahora veo que tal vez tú estás al inicio de esta ruta.

Ayudar a personas a mejorar el conocimiento de su empresa para que decidan mejor es un camino de autoconocimiento.

Una ruta ilusionante y también muy exigente.

Una decisión que te lleva a hacer un camino consciente hacia tus aspiraciones y tus sueños.

¿Estás de acuerdo que merece la pena el esfuerzo?

Aunque sé que es probable

• Que tengas miedo si nunca has trabajado por proyectos para tus clientes
• Que no tengas claro cómo salir del circulo vicioso de necesitar más clientes y que conseguir más clientes sea vivir peor
• Que pienses que no estás preparado para ser más consultor y menos tramitador

Creo que es importante que escuches a tu deseo interno de cambiar para poder eliminar estos obstáculos que te frenan en este momento.

Porque esos frenos no son insalvables, ni mucho menos.

Si no te impacientas a la primera de cambio, con el tiempo vas a ser capaz de aprender las competencias nuevas que irás necesitando para ir superando los obstáculos que van a surgir a lo largo del camino.

Una de las primeras sorpresas positivas que aprenderás es que tienes competencias que no estás utilizando.

Si te atreves a dar el primer paso, y el siguiente, y el siguiente, descubrirás que puedes ir avanzando por esa ruta de autodescubrimiento que será el resto de tu vida.

A pesar del miedo.

Esa es la verdadera transformación de la que todos hablan y que pocos han transitado.

Porque la libertad de tomar tus propias decisiones y no seguir la inercia de lo que hacen los demás es para valientes.

Tu pones las reglas.

Tú eliges las relaciones que quieres tener.

Tienes la libertad de crear tu futuro.