No tienes el control de tu agenda.
Se ha convertido en un circulo vicioso del que no sabes salir.
Es un problema, porque haces un trabajo que te gusta y se ha convertido en esta agobiante sensación de descontrol.
Hace tiempo que estás intentando resolverlo. Has hecho cursos sobre gestión del tiempo, y la verdad es que te ha servido un poco para organizarte un poco mejor… pero tus sensaciones de angustia no han mejorado.
Te has estado enfocando a mejorar la gestión de tu tiempo.
Lo que realmente necesitas es crearlo.
Para crear tiempo, tienes que pensar al revés, porque la parte más importante de crear tiempo es dejar de hacer cosas.
Déjame que te haga una pregunta:
¿Quién es la persona que trabaja en tu empresa que su tiempo es más valioso?
¡Si! ¡Eres tú!
La mayoría de las veces, el problema de “la gestión del tiempo” no es una cuestión de ser más eficiente.
Ya verás, haz un ejercicio fácil:
1.- Haz una lista de las tareas que haces una semana normal.
2.- Ponlas por orden de prioridad según la urgencia y la importancia.
3.- Quita las tareas que puedes dejar de hacer.
Ésta es la realmente importante.
¿Eres consciente de todas las tareas que podrían hacer otras personas y que tu no deberías hacer en absoluto?
Relacionar las distintas tareas que haces te da claridad sobre aquellas que te gusta más hacer y el poco tiempo que dedicas a ellas.
¡A veces prácticamente nada!
Crear tiempo no es tan solo una cuestión de ordenar prioridades.
No sigas pensando en tu agenda como una lista de tareas que tienes que hacer cada día, porque así no conseguirás ningún cambio significativo.
Para crear tiempo de calidad para ti, te propongo lo siguiente:
1.- Empieza por visualizar cómo quieres que sea el futuro de tu negocio.
Vuelve a las tareas de la lista que has escrito y repasa durante cuánto tiempo esa tarea tendrá relevancia para tu negocio. Piensa en cada tarea teniendo en cuenta su significado a largo plazo.
2.- Elige las tareas que tienen más importancia y un mayor valor para crear ese futuro.
Tu agenda debe enfocarse en ellas.
3.- Decide sobre el resto de las tareas.
O las delegas, las automatizas, o las dejas de hacer.
Déjame recordarte que la prioridad de tu negocio es que pases una buena parte de tu tiempo pensando e impulsando acciones estratégicas.
Te doy una pista de la tarea número uno que deberías apuntarte en la lista si todavía no la tienes: hablar con tus clientes para descubrir qué es lo que necesitan y que aún no te han pedido.
Si tu no lo haces, ¿quién va a hacerlo por ti?
Si quieres poner en práctica el secreto de los multiplicadores de tiempo, me encantará contarte cómo lo hemos convertido en acciones que producen resultados para Clientes Premium. He reservado algo de tiempo en los próximos días.
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