Para poder mejorar la comunicación con nuestros clientes, primero debemos tener en cuenta que tiene que existir un lenguaje común.
Debemos tener una manera de codificar y descodificar nuestra manera de hablar, nuestro lenguaje, para que la persona interlocutora interprete lo mismo que nosotros estamos diciendo.
Para mejorar la comunicación, debemos tener presente siempre 3 elementos.
- El primer es A QUIEN le comunicamos. Cuando hacemos asesoramiento de empresa, en realidad no estamos comunicándonos con una persona jurídica. Estamos comunicándonos con la persona que dirige aquella empresa, con la persona que es el propietario de aquella empresa. Tener en cuenta el QUIEN es tener en cuenta sus circunstancias personales y de negocio y su contexto, lo que le está pasando en aquel momento.
- El segundo elemento es el QUE, es el mensaje. Sea donde sea, en una llamada telefónica, en un evento… el QUE es tener muy claro cual es el mensaje que queremos transmitirle, con qué queremos que se quede.
- El tercer elemento es el PARA QUE. La intención de la comunicación es lo que es clave. Podemos querer que pasen dos cosas, simplificando mucho. Podemos querer transmitirle tranquilidad, “todo está bien”. De lo contrario, si no podemos transmitir esa tranquilidad, quiere decir que nuestro mensaje tiene una motivación de poner a nuestro interlocutor en acción.
Cuando piensas y actúas como que asesorar es ayudar, la intención lo cambia todo.
La intención está en el PARA QUE.
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