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¿Has cambiado el marco mental?

 

Empiezo la semana leyendo un artículo que escribí hace algún tiempo sobre disrupción. La que me sucedió a mi profesionalmente cuando en mi trabajo decidieron que un nuevo ERP iba a sustituir mis funciones. Hace más de veinte años y me sigue sorprendiendo la poca capacidad de la mayoría de las personas que dirigen empresas para anticiparse a los riesgos que están corriendo.

Tal vez porque entiendes mejor qué es una disrupción cuando te afecta personalmente.  La resistencia al cambio no es nueva, pero ahora la agilidad en responder al entorno es una capacidad que es necesario cultivar.

Como financiera de formación, estoy muy entrenada a detectar posibles riesgos. Las finanzas de una empresa son consecuencia de las decisiones que se han tomado y de las que no se han tomado. Así que hace veinte años que me entreno en aprender a leer determinadas señales para poder interpretarlas y anticipar las acciones necesarias para contrarrestarlas. Detectar y anticipar riesgos y ayudar a otras personas que dirigen empresas a aprender a anticipar y gestionar los suyos, se convirtió con los años en el propósito de AFCA.

Cuando estás el frente de una empresa, anticipar el futuro y tomar decisiones para actuar y transformar el presente supone haber hecho previamente un cambio mental, un cambio de mindset.

Mindset es una idea simple y un nuevo concepto muy poderoso descubierto por la psicóloga Carol Dweck. Es la “mentalidad de desarrollo”, la idea de que podemos aumentar la capacidad de nuestro cerebro para aprender y resolver problemas.

También en las empresas necesitamos una forma distinta de pensar, un nuevo mindset.

  • El primer cambio mental que necesitamos hacer al hablar de gestión empresarial es pasar de medir de beneficios a hablar de propósito. El objetivo de beneficio no nos sirve cuando los resultados caen y hay que encontrar nuevas vías de negocio. En cambio, el propósito siempre mira a largo plazo y nos inspira.
  • El segundo cambio mental es transformar la forma organizativa jerárquica para crear organizaciones que trabajan tejiendo redes de colaboración. Las empresas necesitan apoyarse en conocimiento externo a ellas, y para ello deben dejar de pensar que el conocimiento está solo en quien tiene el poder jerárquico.
  • El tercer cambio mental consiste en pasar de controlar a las personas a empoderarlas. Empoderar personas funciona bien en la economía del conocimiento; controlarlas, no.
  • En cuarto lugar, debemos pasar de planificar a experimentar. La incertidumbre es el contexto. No sabemos qué pasará y por eso aprendemos a medir los experimentos para entender cómo se transforman las variables clave del negocio a medida que implementamos los cambios.
  • En quinto el reto supone pasar de la privacidad de la información a la transparencia. Que la información esté oculta es incompatible con la economía digital. Sin transparencia transversal, no se crea conocimiento de negocio.

 

En nuestra transformación digital no dejamos de poner en práctica ninguno de ellos. Ciertamente, son cambios que exigen un proceso transformador que exigen agilidad emocional y una gran capacidad de autogestión.

Si quieres que te cuente como lo estamos haciendo y saber si podemos ayudarte en la transformación de tu negocio, he reservado algo de tiempo para poder tener una conversación uno a uno en los próximos días. Puedes reservar aquí.

¡Seguimos!