Te gusta tener tu negocio bajo control.
Piensas que es necesario para poder dar la calidad que quieres.
Te han dicho que deberías delegar más, pero la verdad es que te resistes.
Muchas veces te pasa por la cabeza que sería bueno tener más tiempo para “poner las largas”, pero no has hecho ningún cambio.
Ni siquiera te has planteado como lo harías porque no crees realmente que en tu caso sea imprescindible.
La inercia te lleva a seguir igual, y en el monólogo que tienes contigo mismo te acabas dando la razón diciéndote que no lo necesitas.
Hay señales de peligro que no deberías pasar por alto:
1.- Pasas la mayor parte de tu tiempo en modo “reactivo”. En tu día a día, la sensación de estar apagando fuegos y contestando preguntas, tanto de clientes como de las personas de tu equipo, es constante.
2.- No tienes tiempo de reflexionar sobre los aprendizajes realizados o sobre el futuro de tu negocio. A veces reservas algo de tiempo para hacerlo, pero la realidad es que muy pocas veces acaba siendo posible.
3.- Sientes que el trabajo importante es el que se acaba quedando por el camino sin hacer.
4.- Haces jornadas inacabables intentando finalizar las tareas pendientes. No sabes cómo ha pasado pero el trabajo ha acabado afectando también algunas noches y fines de semana.
5.- Sientes estrés permanente porque nunca eres capaz de seguir el ritmo. Incluso en días más tranquilos, la sensación de falta de control de tu agenda te persigue.
6.- Eres la persona a la que todos acuden para cualquier cosa. También eres el cuello de botella para que los temas puedan fluir tanto si estás como si no.
7.- Temes tomarte unos días libres por la cantidad de temas que se pararían sin ti.
¿Te suena?
Si es así, es el momento de hacer un cambio y delegar de forma efectiva.
Si tienes claro que la responsabilidad de ser quien mantiene unido a todo el equipo es tuya, no esperes más.
Hazte un favor y deja ya de hacer de superhéroe.
Reconoce que la barrera más grande son tus hábitos de hacer todo “como lo has hecho siempre”.
La única forma de avanzar en cualquier negocio es delegar y seguir delegando a medida que progresas.
Antes de que te lo preguntes, ya te digo que seguro que nadie va a hacer las cosas exactamente igual que tú.
Lo que también es cierto que, si quieres progresar en tu negocio, no podrás hacerlo si no delegas algunas de las tareas que estás haciendo hoy en algunas personas de tu equipo.
Si quieres seguir igual que hasta ahora, lo siento, no voy a poder ayudarte.
En cambio, si estás deseando cambiar tu situación actual y quieres convertir tu negocio en un sistema que funcione, tenemos mucho de qué hablar.
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¡Hablamos pronto!